Risotto de setas con gambas
Cremoso y delicioso quedará este risotto de setas con gambas. Aquí te dejamos el paso a paso, no dejes de probarlo.
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El risotto es una receta con mucha historia en su origen. Todo comenzó en el siglo X, cuando los sicilianos conocieron el arroz a través de los árabes. Al principio sus usos eran medicinales, pero fue hasta el siglo XIV cuando se descubrió su utilidad en la cocina. Años más tarde, el gastrónomo europeo, Martino Da Como, publicó un artículo donde explicaba cómo preparar un arroz con caldo de carne y huevos. Este podría ser el inicio del risotto.
Al principio, Italia solo cultivaba arroz Nostrale. Fue gracias a las hazañas de un monje misionero en Filipinas que llegó con nuevas variedades de arroz, donde se conoció el arborio, el cual terminó por ganarse su sitio de honor como el perfecto para el risotto porque desprendía mucho más almidón, lo que le da su textura cremosa característica.
Ya con el tiempo las técnicas para preparar el risotto fueron mejorando, hasta incluir queso parmesano y mantequilla para darle una mayor cremosidad. Ahora, sabiendo todo esto, veamos el paso a paso para preparar un perfecto risotto de setas con gambas en casa.
Ingredientes:
Preparación:
- Para empezar a hacer el risotto con setas gambas, debes limpiar y pelar los mariscos.
- A continuación, pica en finamente la cebolla morada.
- Corta en trozos de un bocado las setas (variadas, mejor).
- Ahora, en un sartén a fuego medio, sofríe la cebolla morada en tres cucharadas de aceite de oliva.
- Cuando esté pochada, incorpora las setas troceadas.
- Al cabo de un par de minutos, añade las gambas. Pueden ser enteras o cortadas (es cuestión de gustos)
- En este punto puedes salpimentar. Remueve suavemente para integrar los sabores.
- Vierte la mitad del vino blanco. Y deja que se cocine unos 2-3 minutos o hasta que el alcohol se evapore.
- Añade el azafrán en polvo más el arroz arborio. Remueve un poco más.
- Incorpora el resto del vino y sigue removiendo.
- Cuando haya reducido el alcohol, comienza a verter el caldo de pescado poco a poco. Remueve cada cierto tiempo para ayudar a desprender el almidón.
- Aprovecha este punto para corregir la sal.
- Apenas se sienta que está cerca de textura ideal (cremosa ya aún caldosa) añade la mantequilla y el parmesano. Remueve un poco más para ayudar a integrar todo y que se cocine otro par de minutos a fuego medio.
La receta es muy sencilla, no tiene técnicas demasiado elaboradas y es perfecto para una cita en casa, para un almuerzo familiar o con la simple excusa de comer delicioso sin ir a ninguna parte. ¡Hazlo! Anímate y déjanos en los comentarios tu opinión.